De la provincia a la NASA: Benjamín Cinto, el joven que ganó un concurso contra ingenieros de todo el mundo






Benjamín Cinto tiene 26 años, nacido en Gualeguaychú cursó Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y fue reconocido a nivel internacional por ganar un concurso de la NASA donde compitió contra ingenieros y diseñadores profesionales de todo el mundo.
El joven entrerriano quedó en el primer puesto de un desafío creativo, posicionándose además como uno de los mejores del mundo.
Su pasión desde que era chico, cuando desarmaba juguetes, impresoras y motos por la curiosidad era entender cómo funcionaban. Lo que comenzó como un trabajo práctico para una asignatura, se convirtió en un mecanismo reconocido por la NASA (Agencia Espacial de los Estados Unidos).
El joven creció en una familia numerosa de seis hermanos, él es el quinto, y afirma que siempre encontraba con quien jugar. “La más grande es antropóloga, la que le sigue es técnica química y bromatóloga, y los dos varones más grandes, uno es ingeniero industrial, y el otro ingeniero electrónico; después estoy yo, que elegí ingeniería mecánica, y el más chico, que estudia sonido”, contó Cinto. Y agregó que siguió los pasos de los mayores, que tiempo atrás también se habían anotado en la Universidad Nacional de Rosario para empezar su formación académica, y que eso hizo que la adaptación fuese más sencilla.
La propuesta que presentó Cinto fue parte de la cursada de la materia "Síntesis de Mecanismo y Maquina", donde el concurso fue propuesto como parte de la materia en forma de trabajo práctico. Fue entonces que inventó su "llave egipcia", un producto inspirado en el funcionamiento de las cerraduras que se utilizaban en antiguo Egipto con un pasador con forma de cuña que, cuando avanza, hace caer pestillos y bloquea el sistema.
Este desarrollo fue central teniendo en cuenta el objetivo del concurso lanzado a todo el mundo: que era crear un dispositivo que bloquee de manera segura los segmentos de estructuras espaciales al contacto, para evitar que se activen en el lanzamiento. Además, debía lograr cumplir con las restricciones físicas que establecía el concurso, como el tamaño y la baja masa.
Cinto comentó en la oportunidad que se trató de un gran desafío. "Llegamos a través de una cátedra de la facultad. Nos lo presentaron como trabajo práctico participar de este desafío internacional donde hay ingenieros y diseñadores de todas partes del mundo. Yo estudio Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional de Rosario, la educación pública me ha dado las herramientas para competir con personas ya consagradas en la ingeniería a nivel internacional”, relató.
Los dichos del joven ingeniero se dan en un momento que con el inicio del Gobierno de Javier Milei, es puesto en duda. Si bien La Libertad Avanza afirmó que no se irá rápidamente hacia la privatización de la educación con un sistema voucher, sus representantes reivindican de manera constante el sistema privado como el mejor, algo contrastaría con el ejemplo de un joven estudiando que tras un trabajo en una universidad pública llegó a obtener un primer puesto en la NASA.
El proyecto fue realizado en el marco en la cátedra Síntesis de Mecanismos y Máquinas de la carrera de Ingeniería Mecánica en la UNR, al que denominó "Llave egipcia", luego de que su hermano menor le indicara que su proyecto era similar a un mecanismo usado por esa antigua civilización.
Según contó en la oportunidad, "el desafío consistió en diseñar, en un modelado 3D, un mecanismo para asegurar la unión de segmentos de estructuras espaciales -como antenas o telescopios- una vez que hayan alcanzado su órbita en el espacio exterior, habiendo superado las condiciones del despegue de la nave transportadora".
Entre los requisitos del desafío figuraba que el mecanismo se active sin depender de un comando enviado desde la Tierra o de una nave, soportar las condiciones de aceleración del lanzamiento y tener muy baja masa -inferior a 1 kilo-, con la capacidad de hacer una fuerza específica para cumplir su función correctamente.
Benjamín se enteró que había sido premiado en una sala de espera y a punto de hacerse un chequeo médico. “Nadie entendía por qué me reía en medio de gente que esperaba ser atendida por un médico", relató en su momento.
Primero le contó a su familia y a su novia, y luego en la facultad, donde fue felicitado por sus compañeros, docentes y autoridades.
“El alumno superó al maestro”
En este caso el famoso dicho se cumplió al pie de la letra, porque Benjamín quedó en lo más alto del podio y su profesor en tercer puesto. “Me súper felicitó, me eligió también para que diera una charla en la escuela de mecánica, que hable sobre el desafío y la originalidad, así que diez puntos todo”, señaló el ganador de la competencia.
En un momento donde la Educación Pública, Cinto habló sobre la importancia de la educación pública, que en la historia de su familia cumplió un rol determinante. “Hice toda mi formación en instituciones públicas: pasé por la Escuela 1 Guillermo Rawson y la Escuela Técnica 2 Pbro. José María Colombo, y después por la Universidad Nacional de Rosario; creo que es un gran igualador de oportunidades, que hace que un chico entrerriano pueda competir con profesionales de todo el mundo, y que seis hermanos se puedan recibir, algo que de otra manera hubiese sido imposible”, destacó.