Perfiles Urbanos
Conmovedor

Poldy Bird, la escritora paranaense que descubrió el mundo a través de sus relatos

Nacida en Paraná, Entre Ríos, 16 de diciembre de 1941, fue una vasta poeta y escritora argentina.
Poldy junto a su amada hija Verónica.
Junto a Sonia Vázquez en 2018, año de su fallecimiento.
Breves palabras de Poldy para su hija fallecida.
Extracto de "Brillo de lágrimas" (primera edición Febrero 1994)
Tapa del afamado libro dedicado a su hija.
Poldy Bird firmando sus libros en 2009.

Nacida en Paraná, Entre Ríos, 16 de diciembre de 1941, fue una vasta poeta y escritora argentina. Llevaba el mismo nombre de pila que su madre, Leopoldina Emilia Lichtschein Laferriere de Bird Mosconi, quien también fuera escritora. Su padre fue Enrique Bird Mosconi (sobrino del General Mosconi).

"Nos llamamos Poldy las dos. Es un nombre muy común en Austria, y yo tengo ascendientes austríacos, franceses, irlandeses e italianos", dijo a NOVA.

Poldy Bird, la madre, era una mujer de 18 años, bonita, rubia, profesora de castellano y de francés, que publicaba columnas en la revista Maribel bajo el título "Pasa una mujer". Tuvo, con Enrique Bird Mosconi, dos niñas más, Marta y Noralí.

Su vida estuvo signada por la tragedia, tras un accidente de tren, quedó huérfana de madre siendo muy pequeña, más precisamente a los 8 años, enviudó muy joven y perdió a su hija, tras padecer un infarto masivo, del mismo modo que su esposo y padre de Verónica, quien además fuera la musa de su obra más conocida.

Sobre la muerte de su madres, contó que sonó el teléfono y atendió su padre quien dijo: "¿Mi señora?, ¿cómo?". Dicen que mi mamá corrió el tren y que se fue para abajo y golpeó con la cabeza en el andén. No sé si murió por el golpe o por el tren.

Al día siguiente nos dijeron: "Mamita se fue al cielo". Y yo me enojé un montón. Dije: "¿Cómo hace eso si tiene tres hijas que la están esperando?". No la vi muerta. ¿Querés que te diga? Agradezco. Yo no me la acuerdo a mi mamá muerta. Después de eso nunca más nadie me arropó, ni... Ni ninguna de todas esas cosas. Mi mamá también era huérfana: mi abuela había muerto en un accidente de auto cuando mi mamá tenía 11 años.

-¿Y su padre...?

-No, no me acuerdo. Se volvió a casar. Una vida de mierda. ¿Qué querés que te diga? La mía es una vida de mierda. En realidad, yo escribo porque si no estaría en el Moyano. En una silla. Hamacándome, dijo.

De su madre, contó que recuerda algunas cosas: chispazos, recuerdos que no sabe si inventó.

-Se tentaba de risa. Y escribía coplas. "Hay una luna en el cielo, y hay otra luna en el río. ¿Cuál será la verdadera de las dos lunas que miro?" Yo leía y escribía mucho. Mi primer libro salió cuando tenía 26 años, pero publicaba desde los 16, cuando mandé un poema al diario La Prensa y lo publicaron. A mí siempre me pasó así. Nunca me cerraron la puerta ni me dijeron: "No, llame después". Empecé a publicar en Maribel, en Vosotras. A los 17 años lo conocí a Martín Renaud. Un día me preguntó si no quería ir a tomar algo, y nos casamos.

Dos años después, cuando Poldy Bird tenía 20, nació su hija: Verónica. Y, desde el momento en que Verónica nació, Poldy Bird empezó a escribir un libro que, seis años después, la haría famosa en varios continentes, fruto del matrimonio con Martín Renaud, a quien había conocido a los 17 años.

"Le tengo mucha paciencia. Es absorbente, inquieta, pedigüeña; no me deja un segundo en paz. Cuando llego a casa, al mediodía, después del trabajo, se me pega y no se separa de mí por nada. Y yo la dejo hacer. Y la secundo. Que me tenga, que me tenga mucho. Que se llene de mí. Que me respire. Que me toque. Que me obligue a quererla con toda mi alma y mi cuerpo también. Que me diga 'mamita no te vayas'. Que me lo diga para que yo me quede", escribió Poldy Bird en Cuentos para Verónica, ese conjunto de relatos, cartas, memorias y recuerdos de la primera infancia de su hija real, de su hija pequeña, de su única hija, que fue la iniciación al llanto de dos o tres generaciones.

Cuentos para Verónica se publicó en 1969, en una edición autogestionada de 20.000 ejemplares que se agotaron inmediatamente. En junio de 1971 publicó su segundo libro, Cuentos para leer sin rimmel, un conjunto de relatos entre los que hay una carta para los niños que no reciben juguetes en Navidad y otra para una madre que murió sin conocer el mar, entre otras cosas.

"Cuentos para Verónica". A los 20 años tuvo a su hija, Verónica. Allí comenzó a escribir la obra que la hiciera famosa en nuestro país, Latinoamérica y otros lares, su libro se editó en 1969, fue el segundo libro más vendido del país después del Martín Fierro, alcanzando gran popularidad a partir de ese momento.

Desde los 16 años publicó poemas y otras colaboraciones en revistas como Maribel o Vosotras, de la que llegó a ser editora, cumpliendo ese cargo hasta 1975 cuando fundó la editorial Orión, donde se publicaron sus libros y los de escritores conocidos como Katherine Mansfield, Arnaldo Rascovsky, Antonio Di Benedetto y Silvina Ocampo.

“A mí me gusta abordar los llamados temas esenciales. Por eso, en todos estos años casi no me he apartado de un núcleo que incluye dos o tres cuestiones básicas: el tema de los padres, el de los hijos y el eterno conflicto del amor" y “Creo que tomo temas que quizá la mayoría de los escritores consideran que son de 'poca monta' pero que para mí son importantes. No pretendo escribir la 'gran historia' sino basarme en lo que me sucede, en lo que estoy viviendo y en lo que pasa a mi alrededor”, dijo años atrás.

Además de escribir relatos para niños y jóvenes, se desempeñó como directora de la revista “Vosotras”, a la que convirtió en líder de las publicaciones femeninas. Por su gran capacidad literaria, la escritora argentina ha sido reconocida con varios galardones internacionales, entre los que se destacan el Santa Clara de Asís y el Premio Mundial Consagración de la Literatura.

Entre sus obras más famosas se encuentran “Cuentos para Verónica” (en honor a su primera hija), “Cuentos para leer sin rimel”, “Nuevos cuentos para Verónica” y “Cuentos con niebla”.

En relación a ese primer libro inspirado en su hija, algunas fuentes consultadas señalan que es una de las publicaciones argentinas más vendidas luego del “Martín Fierro”, con un envidiable récord de 2.000.000 de ejemplares vendidos sólo en su país de origen. Además, lo señalan como el “primer libro argentino traducido al japonés”.

Durante los últimos tiempos, Poldy Bird se desempeñó como colaboradora en distintos medios gráficos y radiales, entre los que se pueden destacar la revista argentina “Única” y “Radio Miami”, de Estados Unidos.

Poldy había sido internada en el Hospital Ramos Mejía por una infección urinaria a principios de mayo. Con posterioridad había sido trasladada al Sanatorio Sirio-Libanes, donde permaneció durante una semana. Cumplido ese tiempo y en condiciones más estables, las autoridades médicas le permitieron regresar a su casa. Pero su estado de salud se agravó y tuvo un problema respiratorio.

Murió en el Hospital Ramos Mejía el 1 de junio de 2018, a los 76 años.

Cuando la maestra les preguntó a los chicos de primer grado la profesión o trabajo de sus padres, Verónica, entusiasmada, respondió: "Mi mamá escribe". Sus compañeros, riéndose, dijeron: "Mi mamá también escribe". "Y la mía". "Y la mía".

Todas las mamás escriben. Pero vos quisiste decir otra cosa, gorda mía; y la maestra salió en tu ayuda:

"La mamá de Verónica escribe cuentos que salen publicados en las revistas". "Y muchos de esos cuentos son para mí" agregaste, orgullosa, dientes de conejo, cara de manzana.

Los cuentos de este libro, los que vos me inspiraste, te pertenecen. Son para vos y tuyos. Y dicen, sencillamente, lo que todas las mamás les dicen a sus hijos, lo que sienten por ellos y no lo han escrito por falta de tiempo, o por creer que no sabrían hacerlo.

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