El Ministerio de Seguridad de la Nación otorgará una recompensa de nueve millones de pesos a quien pueda aportar datos para desenmarañar uno de los mayores misterio del país y hallar a la familia Gill, que desapareció hace veinte años de un campo de Entre Ríos.
Se trata del matrimonio integrado por Rubén José Gill, de 54 años, y Margarita Norma Gallegos, de 25; y sus hijos María Ofelia, de 11 años, José Osvaldo, de 9, Sofía Mercedes, de 7, y Carlos Daniel, de 3. Todos ellos fueron vistos por última vez el trece de enero de 2002 en la ciudad de Viale, ubicado cincuenta kilómetros al este de Paraná.
Ofrecen $9 millones para hallar a la familia Gill desaparecida hace 20 años https://t.co/6msCqVLWXN a través de @semParalelo32
— Paralelo 32 (@semParalelo32) July 6, 2022
Al cumplirse veinte años de la desaparición, el magistrado Gustavo Adolfo Acosta, a cargo del Juzgado de Transición y Garantías de Nogoyá, solicitó al Ministerio de Seguridad que ofrezca una recompensa para aquellas personas que puedan aportar datos que sirvan para intentar conocer cuál fue el destino de la familia entrerriana.
La cartera conducida por Aníbal Fernández formalizó este miércoles un ofrecimiento de nueve millones de pesos para intentar destrabar el expediente número 350/02, que se encuentra frenado por falta de avances.
El trece de enero de 2002, los Gill habían concurrido a un velorio y posteriormente fueron trasladados al establecimiento rural “La Candelaria”, ubicado en Crucesitas 7ma, ochenta kilómetros al este de la capital entrerriana: allí vivía la familia desaparecida. Desde ese momento no se supo nada más de los Gill y se convirtieron en un gran enigma para la provincia de Entre Ríos.
El dueño de La Candelaria, Alfonso Fernando Goette, era una de los sospechosos del confuso hecho, pero con su muerte en 2016 (como consecuencia de un accidente automovilístico) la causa judicial se estancó.
La principal hipótesis que se investiga es el homicidio y desaparición de los cuerpos de los seis miembros de la familia Gill, en posible coautoría material o autoría ideológica del hacendado.
Durante estos veinte años se llevaron a cabo excavaciones en el establecimiento rural La Candelaria para intentar corroborar declaraciones de testigos que señalaban que los Gill podrían haber sido enterrados allí, pero por el momento no se halló nada en ese sentido y el destino de la familia es un misterio.
