Donde muchos se acercan a pescar, es una zona que debería estar cerrada al acceso de los vecinos, sin embargo nos encontramos con el lugar casi "atado con alambres" y sin el más mínimo control municipal.

Sin control (muchos menos personal permanente), con obras mal hechas y gastos adicionales sin sentido, se obtiene el vital elemento por parte de la Municipalidad de Paraná. Una fatal crisis al aire libre.

El agua cruda se capta directamente del río casi al borde de la tierra, generando muchas veces y ante las reiteradas bajantes del Rio Paraná, inconvenientes en la extracción de la misma, con el agregado que se extrae con mucha más tierra y desechos del lecho del rio, en épocas de bajante.

Pero eso no es todo. Las bombas son 5 o 4 montadas en un muelle solidamente construído, donde ocurrió el brutal accidente náutico, y la quinta esta ubicada en tierra firme, sí, en tierra firme.

Ocurre que el ingenio de los profesionales que trabajan para el municipio tuvieron la brillante idea de hacer una especie de pileta, "en la tierra" casi al borde del río y por intermedio de una bomba menor captar el agua del mismo, pasarla por una cañería hacia la pileta hecha en la tierra con una retroescavadora, nada de lujos, en realidad es como una mini laguna, y de ahí captarla por la bomba mas grande y más antigua también, que es la bomba que durante años se viene utilizando en la ciudad para esta tarea, de mayor potencia y calidad que las nuevas que estan instaladas en el muelle.

Ahora bien porque con la misma retroescavadora no generaron una pequeña abertura entre la "peligrosísima laguna" (si muy peligrosa porque no tiene vallas y absolutamente nada evite un accidente por ejemplo de la curiosidad de algún niño que se acerque a la misma) y el río, evitando de esta forma esa pequeña bomba cuya única tarea es captar agua del río pasarla por un cañeria y depositarla en la pileta para que sea captada por la bomba principal. Todo un recorrido que tiene muy poco sentido, más que complicar la extracción de agua.

Insólito pero real. Cabe señalar que cualquier inconveniente con esa bomba de menor porte, dejaría sin agua a media ciudad de Paraná, ya que la pileta se vaciaría generando el automático cierre de la bomba principal. Esto simplemente ocurre por la falta de sentido común de los "craneos" que hoy trabajan para el municipio con grandes sueldos que les pagamos entre todos nosotros.

Mientras tanto el intendente de la ciudad se pasea en bicicletas por la costanera, tratando de hacernos creer que estamos en Buenos Aires, donde el agua cruda del río se capta a "1600 metros" de la costa porteña, con bombas perfectamente ubicadas sin conexiones clandestinas, ni piletas sin sentido y lo más destacado, con cero riesgo para la población.

En definitiva, con pintar una bicisenda que casi no se utiliza y agregar algunas bicicletas en la costanera no podrán hacernos creer que estamos a la altura de las grandes ciudades del mundo.