En la ciudad de Aldea Brasilera, el intendente Hugo Ramírez se rebeló contra las medidas restrictivas dictadas por el gobernador Gustavo Bordet en el marco de la pandemia por el coronavirus y autorizó que se realizaran festejos durante este sábado.
Se trata de eventos que ya estaban programados y que se realizarían en salones cerrados, uno en el centro de jubilados y otro en el salón parroquial de la ciudad, el hecho que hayan estado aprobados con anterioridad al nuevo decreto provincial, no significa que la gente que acuda a estos festejos se puedan contagiar.
Para ambos festejos estaba prevista la concurrencia de 50 personas, por lo que el intendente resolvió permitir que se realizaran, ya que un importante restaurante local está habilitado para funcionar con ese aforo.
A pesar del decreto firmado y anunciado por el gobernador Bordet este viernes, el presidente municipal anunció que él no detendría los festejos, que previamente habían solicitado la autorización municipal, que había sido aprobada oportunamente.
La postura de Ramírez de no dar marcha atrás se basaba además en el hecho de que los festejos estaban previstos de antemano, y que su cancelación generaría grandes pérdidas económicas tanto para las familias que los convocaban como para los emprendedores encargados de los servicios de catering, música y demás.
Además, un importante restaurante de la localidad, que suele contar con la concurrencia de visitantes de Paraná y ciudades aledañas, actualmente funciona con una capacidad de hasta 50 personas, por lo que el intendente resolvió autorizar la realización de festejos privados con igual cantidad de concurrencia.
Mientras tanto y como si Aldea Brasilera no perteneciera a esta provincia, hay gran preocupación acerca de la capacidad del sistema sanitario provincial para afrontar la segunda oleada de coronavirus y se teme que tanto en el sector público como en el privado se saturó la capacidad y ya no hay camas de terapia intensiva disponibles.
