El empresario se dio cuenta que el sector “está en crisis porque suben todos los costos” y ejemplificó: “A una simple válvula para reparar un surtidor la pagamos 700 dólares”, contó.

Consultado sobre las ventas, Vairetti indicó que “no se recuperó el consumo previo a la pandemia” y dijo que “el consumo ha caído en toda la ciudad y es algo lógico por la carencia de ingresos”, al tiempo que destacó que la baja se dio tanto en la venta de combustibles líquidos como en metros cúbicos de gas.

“Trabajamos a pérdida durante dos años, recién hace unos meses empezamos a recuperarnos, pero nunca a los márgenes de la pre-pandemia”.

“Durante el Gobierno anterior, cuando se produjo el tarifazo/impuestazo, pasamos a pagar el gas de 89 centavos a 3.14 pesos y después 3.45 pesos”, rememoró Vairetti y añadió: “El 31 de agosto de 2016 presenté una demanda en la Justicia Federal contra el tarifazo e impuestazo, pero la causa está parada pese a los pedidos de pronto despacho”.

El estacionero reprochó que “sigue el impuestazo porque no es lo mismo el 1 por ciento de alícuota sobre 10 pesos que sobre 100 pesos” y que “la base imponible cambia exponencialmente y actualizan los impuestos al 100 por ciento, pero nuestros ingresos no”, señaló. Y en la misma línea cuestionó que “el precio del líquido es el más bajo entre los países vecinos” finalizó.