Después de que el veto a la Áreas aduaneras especiales ocasionara un cimbronazo en el Poder Ejecutivo de Misiones, el gobernador Oscar Herrera Ahuad y el presidente Alberto Fernández buscan recomponer la relación. El mandatario nacional decidió hacer escala en Posadas después de su viaje a México, donde mantuvo una reunión con Herrera Ahuad antes de participar en la cumbre de los gobernadores del Norte Grande que tuvo lugar horas más tarde en Yapeyú, Corrientes.
La distendida charla (con guitarreada incluida) sirvió para acercar partes después de que el veto del Alberto a la zona aduanera, pedido por Misiones y respaldado en un principio por el presidente, cayera con una bomba en la provincia. Herrera Ahuad pidió por la reglamentación del artículo 10 de la ley PyME, pero esta vez Alberto estuvo más cauto a la hora de las promesas y adelantó que la medida tendrá que surgir del consenso con los demás gobernadores. “Tenemos que discutir cómo circunscribirlo a ciertas actividades que se desarrollen en el Norte Grande y en las que todos ganen un poco”, se atajó Alberto.
Sin embargo, el acercamiento tienen también otro objetivo de fondo: mostrar unidad en un momento en que el kichnerismo avanza en todas las estructuras de poder. Después del escándalo del “Vacunatorio VIP”, que le costó la cabeza al “albertista” Ginés González, el presidente necesita más que nunca cerrar filas con los gobernadores no alineados bajo el kirchnerismo para evitar que CFK le maneje la agenda y la campaña.
Herrera Ahuad también tiene razones para preocuparse por crecimiento de la estructura K en la Tierra Colorada. El kirchnerimos puro, conducido en Misiones por la diputada nacional Cristina Brítez, copó todas las delegaciones provinciales de organismo como el PAMI, ANSES y Migraciones, entre otras, además de la conducción de la Entidad Binacional Yacyretá, un sillón clave tanto por lo económico como por simbólico. La designación del director de la EBY se postergó más de lo estipulado por la puja que hubo entre el gobierno de Misiones y La Cámpora, quienes finalmente ubicaron en el codiciado puesto a Ignacio Barrios Arrechea.
Con el “Vamos por todo” como emblema, ahora los K también quieren quedarse con el Partido Justicialista Misionero. Un día antes de la visita de Alberto, se produjo una acalorada discusión en la sede partidaria de Posadas, justo semanas antes de que se vote las nuevas autoridades, por la irrupción de los dirigentes nacionales que formaron parte de la intervención del PJ Misiones en 2018 y aseguran seguir teniendo la conducción.
En medio de denuncias mediáticas cruzadas, en pocos días dos listas competirán por la conducción: “Dignidad Peronista” que encabeza Juan Manuel Irrazábal, hasta hace poco ultra K pero que se alió con el Frente Renovador misionero después de quedar fuera del reparto de cargos nacionales del FDT; y “Convergencia Justicialista”, liderado por Gonzalo Costa Arguibel que representa a La Cámpora en la Misiones. Ambas listas repudiaron públicamente los incidentes pero por lo bajo se acusan de querer empujar hacia la judicialización del comicio partidario.
En el Frente Renovador -conducido por el presidente de la Cámara de Diputados provincial Carlos Rovira y que nuclea a peronistas y radicales- entienden que es clave controlar el sello del PJ, más aún después de la dura derrota en las elecciones legislativas de 2019, donde perdieron dos de las tres bancas que estaban en juego. La gran vencedora de esos comicios fue, Cristina Brítez, que responde la línea directa de Cristina Kirchner. De esa manera, logró posicionarse como la principal opositora al oficialismo misionero y sumó puntos para ser la candidata y disputarle la gobernación en 2023.
Al tanto de esta situación, Alberto Fernández viene negociando hace tiempo la incorporación de nombres propios en la lista que arma el partido de Rovira para las próximas elecciones. Incluso se deslizó que la primera dama Fabiola Yáñez podría ser la candidata de Alberto en esa lista, algo que de momento viene siendo rechazado por el frente Renovador de la Concordia, que predican en cada oportunidad que poseen que el objetivo central del partido es que en las elecciones legislativas del próximo 6 de junio, no se inmiscuyan los intereses y mezquindades del Gobierno Nacional. Las próximas semanas serán claves para saber cómo termina la negociación.
De momento Alberto y el gobierno misionero buscan sellar una alianza, aunque estén más unidos por el espanto que por la confianza.
