Panorama Político de Entre Ríos
Las cartas están repartidas

La oposición quiere postergar las elecciones pero el gobierno avanza en los protocolos y la vacunación

El conductor del oficialismo misionero, Carlos Eduardo Rovira, mete presión a nivel nacional y aguarda los embates de sectores opositores que buscarán aplazar las elecciones. (Dibujo: NOVA)

La elección legislativa del 6 de junio en Misiones será también la primera del país por lo que la mirada nacional está puesta no solo en los posibles resultados, sino también en la situación sanitaria y en el desarrollo de los comicios en tiempos de Covid-19.

Aunque la pandemia generó incertidumbre en todo el arco político el Frente Renovador de la Concordia, el partido que conduce el destino de la provincia de Misiones desde hace casi 20 años, hizo gala de su habitual astucia electoral y resolvió adelantar los comicios.

La medida se anticipaba audaz porque reducía el tiempo de campaña –algo que siempre beneficia al gobierno en funciones-, y a la vez también impactaba en las internas del PJ (un sello muy deseado por los kirchneristas misioneros) que ya tenía destino de judicialización.

Claro está que la medida venía acompañada de la “promesa” del envío de dosis que el presidente Alberto Fernández había anunciado tanto a finales de 2020 como a principios de este año. Pero como la palabra de Alberto viene tan devaluada como el peso, las vacunas llegaron en una cantidad menor a la esperada.

Ante este contexto, el armado local de Juntos por el Cambio vio la oportunidad y ahora quiere postergar las elecciones. El fuerte avance de las nuevas cepas brasileñas sería una de las principales cartas que la oposición jugaría en un momento donde hay incertidumbre por la llegada de las vacunas.

Para la Renovación comenzó una carrera contra reloj. Por un lado necesita de más dosis para inmunizar a los habitantes de las ciudades fronterizas con Brasil y Paraguay, algo que se anticipa difícil de resolver debido al envío lento de vacunas que viene destinando el gobierno nacional hacia la tierra colorada a escasas semanas de las elecciones.

Pero si los comicios se postergaran, también enfrentaría la posibilidad de que la nueva fecha coincida con un momento crítico en materia de contagios. En una situación así sería complejo movilizar al electorado, además de que un colapso sanitario sería utilizado como arma de campaña por la oposición.

La Renovación no quiere postergar y por eso comenzó a diseñar los protocolos para controlar la aglomeración de personas durante la votación. Entre las medidas estarían la de sumar más establecimientos de votación y así evitar la concentración en los barrios más populosos.

También adhirió a la disposición de Nación de permitir el teletrabajo para los empleados estatales decretada el domingo pasado desde la Nación.

Sin embargo, desde la Renovación observan con desconfianza a la Casa Rosada y el reciente plantón que le realizó el presidente al gobernador profundizó esto. Alberto tenía planeado reunirse con Oscar Herrera Ahuad en Posadas el último miércoles, 31 de marzo, antes de visitar Añá Cuá, Corrientes, pero suspendió la visita aduciendo cuestiones de agenda.

Desde la Renovación saben de las habituales dilaciones y desplantes de Alberto por eso ya comenzaron a meter presión. El gobernador sobrevoló junto a la ministra de Seguridad Sabrina Frederic, la frontera seca que separa Argentina y Brasil, en la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen.

“Es un coladero”, le dijo Herrera Ahuad a la ministra con la intención de no solo plantear la posible colaboración de efectivos del Ejército en el control de la frontera sino también para insistir en la necesidad de inmunizar la región y así formar un escudo de contención antes las temidas cepas brasileñas.

El líder de la Renovación Carlos Rovira también empezó a jugar el partido. En una charla virtual con todos los representantes del partido –pero cuya intervención fue “facilitada” a los medios- Rovira le tiró la pelota a Alberto diciendo que si Misiones contará con todas las vacunas, “en 20 días se puede inmunizar a toda la provincia”.

El jefe renovador fue más allá y dijo: “No nos vamos a quedar levantando la mano cuando los patrones de Buenos Aires de los partidos políticos pidan que se vote tal o cual cosa”. Se sabe que el gobierno de Alberto necesita aliarse con los gobernadores para conseguir los votos necesarios en la Legislatura y el Senado si quiere que sus proyectos tengan vía libre.

Las cartas están repartidas y el gobierno misionero ya jugó de la primera mano. Si Alberto acompaña o hace la suya, se verá en los próximos meses.

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