Pasaron las PASO y luego del recuento final, se amplió la diferencia entre el espacio que lidera el "outsider" de pelo blanco y el "desaparecido", lo cual llevó al extinto gobernador entrerriano a esconderse aun más entre los pasillos de la casa Gris.
Mientras el país observa atónito una de las peleas intestinas del peronismo más grande de su historia, debido a la "catástrofe·" o paliza recibida en el fatídico domingo, aquí en Entre Ríos (cabe recordar fue una de las provincias con la mayor diferencia en contra), no ha pasado nada.
Insólitamente no hay renuncias, no hay reclamos, nada pasó, a excepción de una tibia acción del Intendente de Concordia (que se vio venir la cama) y de los rumores de pedido de renuncia de su "amiga", Sonia Velázquez y de la ministra Romero, nada confirmado, puro rumores.
Si el votante estaba esperando alguna reacción por parte del "desaparecido", pueden seguir esperando hasta noviembre donde según la proyecciones y encuestas que se han pedido desde la oposición, perderán por aun más votos, es cierto que el Gobierno Nacional ayuda muy poco.
Actualmente, los punteros políticos o dirigentes de territorio como guste llamarlos, buscan desesperadamente en Buenos Aires, lo que aquí no le dan de cara a las elecciones de noviembre, parece que saldrán a puro bombo.
¿Qué ocurre entonces? ¿Están de salida ? Solo resta llevarse hasta los ceniceros y que el último apague la luz.
Al golpe electoral de la oposición, muchos desde el oficialismo lo veían venir y poco han hecho desde el gobierno y la gran mayoría de los municipios peronistas para revertir esta situación, actualmente, y como están las cosas, sería sano pensar en un posible gobierno de coalición entre el "desaparecido" y el próximo gobernador el "outsider", no es la primera vez que esto pasa, es de público conocimiento que la relación entre el "desaparecido" y el "outsider", es mucho más fructífera que lo que muestran en campaña.
Mientras tanto y por otro camino, está la vapuleada justicia entrerriana intentando avanzar en la causa que une al "desaparecido", Edgardo Kueider y Adrián Bruffal, se trata nada más ni nada menos de una causa por el presunto delito contra la administración pública que habría sido gravemente perjudicial para el erario provincial, algo de sumo interés para el entrerriano de a pié.
Además de la causa conocida como " de los contratos truchos", esta última involucra el actual intendente de Paraná, Adán Bhal, y como si fuera poco el megajuicio al ex gobernador, actual embajador de Israel, Sergio Urribarri, que busca desesperadamente impedir que se llegue al debate judicial.
¿Qué ocurre con la dirigencia peronista? ¿Es un complot de los jueces contra ellos? ¿Llegó el momento de "arreglar" con el que viene?, práctica muy habitual en la política Argentina.
Lo cierto es que las cartas están echadas, solo resta saber quien tiene ese "as" en la manga.
