Política
Donde el Estado no está presente

Los movimientos sociales en contexto electoral

Las organizaciones sociales surgen donde el Estado no está presente, en la asistencia a los derechos fundamentales que éste no cumple: alimentación, salud, trabajo.

Las organizaciones sociales surgen donde el Estado no está presente, en la asistencia a los derechos fundamentales que éste no cumple: alimentación, salud, trabajo.

Agustín Badaraco, de la Junta Promotora Libres del Sur de Barrios de Pie ER, envió un comunicado en el que manifiestan las intenciones de la organización y su posición respecto al futuro de la sociedad en general y de Entre Ríos, en particular.

Comunicado

Desde Barrios de Pie buscamos multiplicar los escasos recursos que provee el estado de una forma organizada: coordinar merenderos y comedores, cooperativas de trabajo y proyectos de huertas autosustentables.

En estos tiempos, el Estado tampoco se encuentra presente, ni siquiera, en los programas que se compromete a otorgar a las organizaciones sociales -hoy en el ojo de la tormenta electoral- ¿Cuál es, entonces, el propósito de dichos programas?, si no existe acompañamiento real, eficiente y con perspectiva de desarrollo a mediano y largo plazo. Esto, en primera instancia, es lo que obligó a dichas Orgas a destinar recursos a la “profesionalización” de una administración propia.

Ahora bien, los movimientos sociales estamos ante un nuevo desafío, ya descubrimos que el Estado otorga programas con la sola idea de contener a un gran sector social y que esto no explote.

Según INDEC, los hogares bajo la línea de pobreza alcanzan el 31,6 por ciento, mientras que la población bajo la línea de pobreza, alcanza ya el 42 por ciento. Estos datos del segundo semestre del año pasado, que cabe aventurar que, al no mejorar los índices económicos, este número en el mejor de los escenarios, se mantienen iguales al día hoy.

Es así, que la tarea de mejorar la vida social de los excluidos recae sobre nosotros, y aunque las tareas que realizamos tienen esa lógica, sin una intervención en la micro y macro economía, esto difícilmente pueda modificarse, es decir, ser una articulación más, para la verdadera inserción al trabajo y a una vida digna, lejos de los índices de pobreza. Esta realidad se modifica solo si logramos ocupar lugares de poder en el estado.

Estamos ante dos caminos posibles. El primero es el que se ve a nivel nacional, donde claramente algunos dirigentes sociales ocupan cargos mediante negociaciones (sobre todo por los métodos piqueteros) y también motivados por un rumbo de país -que aún no se vislumbra-, aunque va poco tiempo, este hecho no parece haber modificado mucho la esfera política, quiero decir, el plan de país de la política profesional no se condice con el accionar de estas secretarias de desarrollo social que no pueden salir del asistencialismo.

El segundo camino es el electoral, ya sea a nivel Nacional o Provincial, este sector de la sociedad no encuentra dirigentes representativos de los excluidos en el plano electoral y tampoco ningún candidato se anima a acercarse a estas organizaciones, debido a los estigmas que existen sobre quienes están en las ellas y sus maneras de sobrevivir, en una sociedad que les da la espalda.

Pero esta problemática ya inició su superación. Si las organizaciones sociales surgen por la ausencia del estado, los candidatos de éstas surgirán de sus bases por la ausencia misma en el campo electoral. Y eso ya está ocurriendo; por ejemplo: la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, construida políticamente en el Movimiento Evita. En nuestro partido Libres del Sur, comenzaron a ocupar lugares de representación electoral compañeros de Barrios De Pie, es más, en nuestra provincia hemos iniciado la conformación del partido, iniciando desde las bases de Barrios De Pie.

Es hoy el gran desafío de las organizaciones Sociales, constituir dirigentes políticos electoralista que sean representativos y reflejen la demanda de los excluidos, que con esta impronta lleven a un Estado realmente inclusivo y con el objetivo principal de transformar la vida social de los sectores más vulnerados, con políticas trasversales que persisten a pesar de quien esté en el gobierno de turno.

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