Panorama Político de Entre Ríos
¡De no creer!

Los provocados incendios en las Islas del Delta entrerriano le ha generado mucho dolor de cabeza al gobernador

El gobernador Gustavo Bordet en medio de los incendios. (Dibujo: NOVA)

Desde hace 20 años se utiliza en los campos no solo en Entre Ríos, sino en muchas otras provincias con pasturas para animales, el incendio provocado para acelerar el proceso de crecimiento de las hectáreas de alimentación del ganado, esta es una práctica que generalmente no ha causado daño ambiental de riesgo.

La gran diferencia es que hoy el clima ha variado de manera exponencial, las recurrentes sequías, la brutal bajante del Río Paraná, ha dejado un suelo con escasa humedad, con riachos y lagunas secas.

Por lo tanto el hecho de prender fuego en estos días, puede generar una tragedia ambiental histórica, cabe recordar que en febrero de 2017 se quemaron en la provincia de Corrientes, 1.042.514 hectáreas, lo que implicó que el 12 por ciento de la provincia fuera alcanzada por el fuego.

En lo que respecta a la provincia de Entre Ríos desde hace aproximadamente 20 años en la zona de las Islas del Delta se lleva a cabo esta operatoria, generalmente no ha generado graves problemas ambientales ni de salud.

Sin embargo, la situación no es la misma en estos días, los incendios producidos en los últimos meses en la seca zona del delta entrerriano afectaron alrededor de 7 mil hectáreas como consecuencia de incendios intencionales en diferentes zonas; y en lo que va del 2022 se registraron unos 4500 focos ígneos en 60 mil hectáreas de la región.

El humo provocado por los incendios del Delta en Entre Ríos, tiene un impacto muy nocivo en la salud. Más allá de la irritación ocular y la congestión nasal, puede traer además consecuencias en los pulmones (broncoespasmo) y dolor de cabeza intenso. Empeora el estado de las personas alérgicas y asmáticas y también puede afectar el sentido del olfato.

De acuerdo a las denuncias efectuadas a los medios de comunicación de Rosario, una de las ciudades que se vio más afectada por el nocivo humo, señalan que la justicia entrerriana no actúa con la celeridad que se debería en estos casos, o directamente no acciona, además indican que el ejecutivo de la provincia, encabezado por Gustavo Bordet, también le ha sumado una extraña pasividad a la hora de actuar.

Asimismo, generando un sin fin de especulaciones, la desazón generalizada entre los rosarinos, llegó a punto tal, que en la red social del pajarito, una joven amenazara de muerte al gobernador entrerriano, lo que derivó en una denuncia penal por parte del gobierno de Entre Ríos.

Lo que no se entiende es el motivo por el cual según los medios de comunicación nacionales y de Santa Fé, Bordet no estaría a la altura de los graves acontecimientos, lo mismo ocurre con la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia, la Ingeniera María Daniela García, según los medios de comunicación rosarinos no supo contestar sobre algunas cuestiones de los acontecimientos recientes en las islas.

Desde el ejecutivo entrerriano salieron a responder que no lograron acciones coordinadas con el Ministerio de Ambiente de Nación, que encabeza Juan Cabandié, Bordet señaló oportunamente que: "Estamos pidiendo tener una colaboración, una coordinación, con el Ministerio de Ambiente de Nación, que hasta ahora fue infructuosa.

Fue imposible ponernos de acuerdo en un plan estratégico para combatir el fuego. Pareciera mentira. No hay una acción coordinada. No hay, ni siquiera, un contacto establecido”.

Sin embargo hay versiones que indicarían que la verdadera causa de la lentitud o falta de asistencia provincial en el área, se debe a la presión de ciertos personajes de la política y el gremialismo entrerriano, personas con poder, que sin el más mínimo atisbo de empatía por los vecinos de las ciudades afectadas por el humo, han influenciado al gobernador, para que todo se mantenga en un "Status Quo", que hoy por hoy resulta muy difícil de mantener.

Una vez más la política y los negocios personales actúan en contra de los ciudadanos del país, una vez más la ambición desmedida por el dinero ha causado un daño irreparable en el delicado ecosistema del país.

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