Mientras el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, anuncia que ningún salario va ser inferior a 20.000 pesos, la asignación por hijo de los municipales en Paraná es de 7.500 pesos, demostrando una vez más que también los hijos de un empleado de la municipalidad son discriminados. Peor aún, son ignorados por los sindicalistas que deberían defender sus salarios, olvidándose que ellos también tienen hijos, si bien hay varios de ellos que viajan en avión y paran en los mejores hoteles.

SUOYEM

El Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SOUYEM) es reconocido como el gremio paranaense más corrupto. Es manejado por Fabricio Gómez, y apadrinado por Osvaldo "Pacha" Palacios, quien ya armó junto con Jesús Núñez y Fernando García, una alianza estratégica para asegurarse el gasto diario de unos 800.000 pesos en combustible. Otro de los negocios que llevan a cabo desde hace meses atrás son las horas extras, ahora solo han cambiado los legajos para utilizar.

Los otros sindicatos solo están para arreglar cargos, pases a planta y servicios; otros, para pasarla bien hacen sorteos y viajes, por lo que pareciera que viven en una provincia cuyos sueldos les permiten a los municipales viajar a Disney.

Falta de interés cuando deben negociar las paritarias

Todo está planteado desde la perspectiva comercial, el SUOYEM, junto con la gestión actual, solo están para armar negocios, y generar acuerdos políticos para asegurarse la continuidad de cara a las elecciones de 2023. Demostrando una vez más, la falta total de empatía para con los más de 5.000 empleados municipales.

Desafiliación masiva

Un grupo de afiliados de distintos gremios proponen una desafiliación masiva, ya que ven que los sindicatos no tienen el interés en defender sus derechos, o peor aún: solo arreglan para sus familiares, amantes e hijos. De esta forma, no les entregarían el dinero de la cuota societaria, para evitar que se den el lujo de desviarlas con tickets de naftas en las estaciones de servicio que luego gastan en su vida personal. Mientras tanto, los municipales viven una situación económica acuciante que empeora gracias a la traición sindical generalizada.