Judiciales y Policiales
Incitación a la prostitución

Padre perverso, entre la violencia económica y psicológica

La historia de sometimiento físico y psicológico de la que Elizabeth Parisi es víctima.

El 21 de abril de 2007, en un ataque de violencia física, Cristian Sersewitz tomo en sus manos a su hijo recién nacido y lo llevó hasta la ventana del piso 13 en el que habitaban con la madre primeriza, allí colgando sobre el vacío estaba el Niño T, ante el reclamo de la madre porque la noche anterior había perdido todo en el casino, su reacción fue poner en riesgo la vida del menor al grito de “se va, mira cómo se te va”.

Cabe aclarar que Sersewitz es una familia que está diseminada por todo Entre Ríos. Tienen negocios de mensajería, venta de lámparas artesanales; son evasores y están involucrados en estafas piramidales.

La historia de sometimiento físico y psicológico de la que Elizabeth Parisi es víctima, junto a sus hijos T y S, lleva 2006 cuando quedó embarazada luego de 2 pérdidas debido a la violencia física que ejercía sabiendo que Elizabeth sufría de Trombofilia.

Tal era la perversidad de Sersewitz que tenerla embarazada era casi un modus operandi para el poder dedicarse por largas horas al juego y la prostitución, con el dinero que le sacaba a Elizabeth Parisi.

La situación se fue agravando cuando el perverso le pedía que “Empezara a Trabajar” queriendo que Elizabeth Parisi dejara con su suegra al Niño T y se prostituyera, “porque ganan mucho dinero” era el incentivo con el que Sersewitz presionaba.

Incitación a la prostitución, violencia física directa contra la madre en prácticas íntimas, violencia física con un niño recién nacido, el sometimiento de tener encerrados todo el día llevándose las llaves del departamento a Elizabeth y él Niño T recién nacido.

Esta es una historia que lleva miles de folios en el juzgado 38 de Talcahuano 490 en Buenos Aires, cuyos detalles son tan graves que debemos proteger la intimidad de dos menores, víctimas de un perverso de 48 años que al día de hoy se encuentra libre, y para peor bajo su actual techo tiene menores de una nueva pareja.

Noticia en desarrollo.

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