Panorama Político de Entre Ríos
Cambio de juego

Se acercan las fechas y los dos candidatos peronistas combaten a todo o nada

Crecen las tensiones entre los candidatos peronistas. (Dibujo: NOVA)

A pocos días de la fecha límite en la que Gustavo Bordet debe decidir si desdobla o no las elecciones, los mensajes entre ambos contendientes políticos se acrecientan no solo en cantidad sino también en calidad.

El día 27 de abril es el último que tiene el gobernador de la provincia de Entre Ríos y presidente de PJ, Gustavo Bordet para tomar una decisión sobre la fecha e realización de los comicios en la provincia, sintetizando si se desdobla y se llevan a cabo las elecciones provinciales únicamente o en su defecto se realicen en conjunto con las nacionales, permitiendo de esta manera que en la boleta se visualice la figura de los candidatos a presidente o presidenta y vicepresidenta o vicepresidente de la nación.

Cabe señalar que si dejara pasar esta fecha sin anuncios sobre este tópico, las elecciones en Entre Ríos se realizarán en conjunto con las elecciones nacionales, otro dato que posiblemente se espera anuncie en el mismo momento es sobre el "bendecido", los rumores sobre esta cuestión son infinitos, que su elegido es el actual intendente de Paraná, Adán Bahl, y que descartaría a la actual vicegobernadora Laura Stratta, al actual intendente de Concordia Enrique Cresto (el que más mide dentro del oficialismo), a Juan José Bahillo, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, de todos ellos el único que fehacientemente ha dado a conocer sus intenciones de suceder a Bordet es Cresto, otro de los rumores indica que si bien estaría inclinado por Bahl, no está seguro sobre descartar a Cresto.

Lo cierto es que entre ambos los mensajes corren a velocidad de Fórmula 1, los últimos hablan de la propuesta del concordiense de jugar internas y de compartir ministerios en caso de ganar ya sea uno u otro, lo cual no es tan seguro, habida cuenta que Bahl ya expresó que él sería candidato únicamente si lo es por consenso, tal vez sea una forma de presionarlo y de obligarlo a cumplir con su palabra, "con internas, me bajo", habría dicho.

Volviendo sobre el tema de las fecha de elecciones en Entre Ríos, cada vez que ocurre un acontecimiento negativo en la cuestión económica, priva la idea de despegarse de los comicios nacionales, todo lo contrario cuando las aguas son calmas, por otro lado si Bordet optara por desdoblar y en caso de perder "su candidato" contra el porteño Rogelio Frigerio, terminaría su mandato de la peor manera, como el único culpable de la derrota, "yo elijo, yo pongo las fechas", por el contrario si se juegan en conjunto con las nacionales, y en el caso también de perder con el blondo candidato de Juntos por Entre Ríos, podría aducir que parte de la derrota se debe al famoso "contexto" negativo nacional, no quedando en la mira como único responsable.

Un dato que no es menor tiene que ver con el cierre del padrón provisorio de electores habilitados para participar en los comicios nacionales, el cual será el próximo 25, dos días antes del plazo máximo que tendrá el Gobernador para definir si Entre Ríos votará en forma separada o en conjunto con la Nación. Desde el entorno del Gobernador deslizan la posibilidad de una “interna ordenada” y sería con el compromiso del que pierde acompañe (¿ocurrirá?).

Sin la integración de las minorías, lo único que se podría ordenar es una lista de diputados y que la competencia sea de fórmulas, como alguna vez se delineó. De ese modo algunos se sacarían el gusto y los intendentes despejan cualquier posibilidad de que les broten competidores en sus territorios y tengan que hacer lugar en las listas de concejales.

Desde afuera del cuadrilátero del peronismo, los dirigentes del espacio opositor advierten que no se puede subestimar al peronismo, si bien estiman que éste vaya a perder, a la vez subrayan que no se puede minimizar al peronismo cuando disputa territorio desde el poder, aún en medio de una crisis, ellos mejor que nadie saben de esto, cuando el candidato Alfredo De Ángeli en las elecciones de 2015, aseguraba ser el ganador por escaso margen, a la hora del recuento final, terminó siendo Gustavo Bordet el receptor de la mayor cantidad de votos, iniciando de esta forma su primera gestión como gobernador de Entre Ríos, dejando con sabor a poco al entonces dirigente rural.

A pesar que la mayoría de los dirigentes que trabajan apuntalando la candidatura de Frigerio lo dan por ganador incluso los que apoyan a Pedro Galimberti, indican que, a diferencia de 2021, el peronismo disputa ahora territorio y en eso sin implacables. Cada intendente, cada senador, cada concejal se juega lo suyo y el peronismo, destacan es una maquinaria de poder muy fuerte, que maneja resortes del Estado en sus distintos niveles, con un piso que no baja del 30 por ciento de los votos, con posibilidades de crecer al 35 o 37, aún en medio de una situación de crisis nacional.

Ese piso hubiera sido una segura derrota en escenarios polarizados como el de 2019, cuando el Frente de Todos y Juntos por el Cambio concentraron la casi totalidad de los votos. Pero el 30 por ciento lo vuelve competitivo en un esquema electoral de tercios, como el que se aprecia por estos días con exponencial irrupción de la figura de Javier Milei, aun sin espacio político que lo contenga.

La cuestión pasaría con un escenario de triunfo pero con la legislatura comprometida con gran presencia peronista. ¿Podrá gobernar un dirigente de otra extracción política? La llamada “cláusula de gobernabilidad” de la Constitución provincial asegura mayoría (mitad más uno) en la Cámara de Diputados al partido que gana, aunque lo haga por un solo voto. Pero la bancada oficialista de un eventual gobierno de Frigerio se presume heterogénea, con diputados del PRO, de la UCR frigerista, espacios para vecinalistas y peronistas, entre otras yerbas políticas.

Mientras Frigerio piensa en cómo llevaría adelante la provincia, y que su eventual gestión exitosa lo proyecte a una futura candidatura por la presidencia en 2027, los precandidatos más destacados del oficialismo no dejan de pelear en el cuadrilátero, esperando por el paciente Bordet y sus tiempos, rezando para tanta demora, no termine con alguno de los dos en el piso por knock-out.

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